domingo, 26 de noviembre de 2017

No todas las grasas son malas

Me motiva a escribir de un tema muy polémico, que es el tema del consumo de grasas.  Toco este tema debido a que en la recién finalizada semana asistí a una charla sobre nutrición donde disertaba alguien muy conocido en el mundo de la técnicas holísticas.  

El habló de muchos temas interesantes e importantes con los que estuve de acuerdo; pero me preocupó algo que expresó en relación al consumo de grasa.

Según él, ninguna grasa es buena incluyendo el aceite de oliva, de coco y el ghee.  Me sorprendió que incluyera en su lista negra al ghee, pues el dice ser un adepto de la Ayurveda y el ghee es altamente usado en la cocina y la medicina ayurvédica por más de 5000 años.  El aconsejaba sustituir el aceite por jugo de manzana.

Las grasas son necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, pero hay que saber escoger el tipo de grasa que vamos a consumir.

No voy a abundar sobre la importancia de los aceites de coco y de oliva porque ya lo he tratado en entregas anteriores.  El ghee que en oriente es conocido como el "oro líquido", muchas personas piensan que porque se obtiene de la mantequilla es malo para nuestro organismo.  También lo he tratado en este medio.

Prefiero mejor darles algunas informaciones acerca de la importancia de la grasa para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.  

Importancia de las grasas

Empezaré citando fielmente lo que dice una revista cubana acerca de las dietas deficientes de grasa, aunque la publicación data de febrero de 1995, lo que dice aún sigue vigente.

Una dieta con poca cantidad de grasa hace difícil cubrir las necesidades de energía del cuerpo humano y ocasiona una disminución de la actividad física espontánea, pérdida progresiva de peso, cambios metabólicos adaptativos adicionales y alteraciones en la función reproductiva de la mujer y el crecimiento de los niños. El ácido linoleico y el ácido a-linolénico, que deben ser suministrados imprescindiblemente por la dieta, tienen funciones energéticas y estructurales, y a partir de ellos se producen derivados que tienen sus mismas funciones; además, ellos son precursores de eicosanoides. La grasa de la dieta puede modificar la composición de lípidos de las membranas celulares y esto, a su vez, alterar su fluidez y afectar sus funciones. La absorción y utilización de antioxidantes liposolubles disminuyen con una ingestión baja de grasa. Por tanto, una cantidad insuficiente o una calidad inapropiada de grasa en la dieta puede afectar diversos procesos vitales y ser perjudicial para la salud. 
http://bvs.sld.cu/revistas/ali/vol9_1_95/ali06195.htm
 La grasa es la principal fuente de energía de nuestro organismo. Nos aporta las calorías necesarias que se requieren para procesos, reacciones, mantenimiento de órganos y su funcionamiento.  Si se agota la fuente principal de energía, que es la glucosa, y no existen los depósitos de grasa, el cuerpo buscará esa energía de la proteína muscular de nuestro cuerpo.

Además interviene en los siguientes procesos de nuestro cuerpo:.

  • Para la estructura celular y las funciones de la membrana.
  • Como fuente de ácidos grasos esenciales para las estructuras de las membranas y la síntesis de prostaglandinas.
  • Como vehículo de las vitaminas liposolubles.
  • Para el control de los lípidos de la sangre.
  • Permite la conexión entre neuronas.
  • Es primordial en la formación del cerebro del feto.

Qué no debemos hacer?

  • Consumir grasas trans: las margarinas y la mayoría de la repostería industrializadas agregan este tipo de grasa para conseguir mejor textura y sabor.
  • Calentar el aceite a altas temperaturas para sofreír o freír los alimentos.
  • Reusar los aceites muy quemados
  • No excederse en su consumo.  Las grasas deben representar entre el 30 al 35% de las calorías diarias recomendadas.

Las mejores fuentes de grasa

Los aceites no es la única fuente de grasa que podemos recurrir, y a estos se les conoce como la grasa visible.  También en las grasas invisibles como las semillas, frutos secos, aguacate, etc podemos encontrar grasas muy saludables para nuestro organismo.  Para los que no siguen una dieta vegetariana, los pescados grasos, son una buena fuente también.

Entre los aceites, para mí de los mejores es el aceite de oliva, siempre que sea de primera presión en frío. Es una de las fuentes de grasas saludables más completas que nos ofrece la naturaleza  y, por lo tanto, puede añadirse sin problema en la dieta.  Por algo es el principal elemento en la dieta mediterránea.

El aceite de coco, que aunque es una grasa saturada, está comprobado que al ser de cadena media, pasan por alto la ruta habitual de las demás grasas saturadas, y por lo tanto, se digieren rápidamente, aportando energía y otros beneficios como es el ácido láurico que le confiere una acción antimicrobiana y antiinflamatoria, idónea para fortalecer el sistema inmunitario.

Para finalizar, mi recomendación, no hacer dietas extremas, eliminando nutrientes que son importante en nuestra alimentación.  Coma variado, incluyendo siempre alimentos crudos como frutas y vegetales.  Beba el agua que requiere su cuerpo y no olvide el ejercicio, es muy importante para mantener la buena salud.

Les deseo buena salud a todos.


Hasta la próxima!


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