domingo, 17 de septiembre de 2017

El cáncer de mama


Actualmente me encuentro leyendo un libro que por su título me pareció interesante para compartir algunos temas en mi blog.  El libro, Dime que comer para prevenir el cáncer de mama, de la autoría de Elaine Magee. Aunque en la contraportada no lo especifica, google me informa que se trata de un médico, especialista en nutrición de la Universidad de San José.  Este libro es la 1ra edición de octubre de 2014 de Ediciones Obelisco.

En su contenido encontrará respuestas a preguntas que muchas personas se hacen acerca del cáncer de mama y lo más importante, cuál es la alimentación adecuada en caso de padecer esta enfermedad, consejos y recetas.  

Estaré compartiendo en varias entregas algunas de los temas más importantes que ofrece  este interesante libro.

La alimentación y el cáncer de mama

Según indica la autora, no existen pruebas concluyentes para los científicos acerca de la relación de la alimentación con el cáncer de mama; pero en lo que si están de acuerdo es que una dieta rica en vegetales, frutas, cereales integrales ayuda a proteger el organismo de cierto tipos de cánceres, mientras que el consumo excesivo de grasas, tanto saturadas como cierto tipo de insaturada, y de alcohol pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos cánceres.

A continuación, los factores de mayor riesgo que aumentan la posibilidad de padecer cáncer de mama.

La grasa.  La Dra. Magee indica que existen tres manera en las que la grasa puede influir en el riesgo de sufrir cáncer de mama:  la cantidad de grasa de nuestro organismo, la cantidad total de grasa que ingerimos en los alimentos y el tipo de grasa que tomamos.  En tal sentido recomienda evitar los alimentos ricos en grasas animales y grasas saturadas.

De acuerdo a lo que ella expresa, estudios realizados en animales han demostrado que la incidencia de tumores cancerosos se eleva cuando más del 25% de las calorías que ingerimos proceden de las grasas.

La explicación que ofrece es que tomar menos calorías conduce a un menor almacenaje de tejido adiposo (menor grasa corporal) y producción hormonal. La grasa extra acumulada alrededor del abdomen va asociada a un nivel más alto de estrógenos disponibles y a un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.

Para saber si te encuentras dentro del porcentaje de calorías de grasa recomendado, un 20 o un 25% de las grasas, equivale, a comer un poco de carne, algunos productos lácteos y otros de tus alimentos favoritos, incluyendo un poco de chocolate.

Las grasas que debes mantener a raya son las saturadas y los ácidos grasos trans.

El alcohol.  Aunque no existen pruebas concluyentes.  El consumo excesivo de alcohol está vinculado no sólo al cáncer de hígado, si no también, al cáncer de mama, de colon, boca, esofago, faringe, laringe, sistema digestivo, vejiga, pulmón.

Las razones de por qué el alcohol está asociado al cáncer son las siguientes:

  • El alcohol se descompone en el organismo en una sustancia llamada acetaldehído, que, según estudios de laboratorio, tiene efectos carcinógenos.
  • El alcohol deprime el sistema inmunitario, reduciendo la capacidad del organismo para reconocer y eliminar las células cancerosas.
  • El alcohol, según parece, disminuye los niveles de vitamina A y E (dos antioxidantes que juegan un papel importante en la prevención del cáncer).
  • Se ha determinado que las mujeres que tomaban 60 ml diarios de alcohol (equivalente a dos copas) durante tres meses tenían un nivel más alto de estrógenos que las no  bebedoras.
  • Las bebidas alcohólicas pueden contener otros ingredientes (nitrosaminas, por ejemplo) asociados a la formación de células cancerosas.

El Sobrepeso. Las fluctuaciones hormonales que se produce en la mujer con la edad, la llevan a ganar peso más fácilmente que a los hombres.

Investigaciones de la Universidad de Harvard, tras observar a más de 95,000 enfermeras durante 16 años, concluyó que el 16% de todos los cánceres de mama en mujeres posmenopáusicas podían deberse al sobrepeso.  

Las razones que avalan esta relación, son las siguientes:
  • Los tejidos grasos acumulan carcinógenos químicos
  • Tomar un exceso de calorías puede favorecer la multiplicación celular
  • La acumulación de grasa puede estimular una producción extra de estrógenos, y un nivel alto de estrógenos estimula el crecimiento de algunos tumores de mamas.
Ahora bien, además de estos factores de riesgo, existen sustancias contenidas en algunos alimentos o que se producen durante la cocción, que aumentan el riesgo de padecer, no solo cáncer de mama, si no también, otros más.

Las nitrosaminas. Son unos compuestos que se forman a partir de la descomposición de los nitritos y los nitratos, agentes químicos que se utilizan para curar y conservar la carne y embutidos.  Se emplean para que las carnes tengan un aspecto rosado y también protegerlas del botulismo (enfermedad causada por una toxina bacteriana).

Se ha comprobado que las nitrosaminas son compuestos carcinógenos y que se encuentran en muchos alimentos que las personas consumen diariamente, tales como: beicon, salchichas, salchichón, carnes de cerdo curada, carne ahumada y alimentos semejantes.  De todos, el beicon es el que más nitrosaminas contiene.

Algunos fabricantes cárnicos añaden a sus productos vitaminas C y E que pudieran aparecer en la etiqueta como ácido ascórbico o ascorbato (vitamina C) o tocoferol (vitamina E); ácido hidroxicinámicos y ácidos clorogénicos.

Las carnes a la parrilla.  La parte chamuscada de la carne a la parrilla contiene sustancias carcinógenas.  Cuando la carne se ahuma o se carboniza, se genera una sustancia llamada hidrocarburos policíclicos aromáticos (APH) que se deposita en la carne.  Al igual, que las nitrosaminas, las APH son carcinógenos. 

Otra sustancia que se genera es la amina heterocíclicas (HA).  Estudios de laboratorios relacionan la HA con el cáncer de mama.  Se cree que las HA unidas a la grasa de los alimentos es lo que produce el desarrollo de cáncer de mama.

La misma enzima que descompone las HA de manera rápida para deshacerse de ellas es la que descompone la cafeína.  En un estudio se demostró que los animales que descomponen de manera rápida las HA son más propenso a padecer cáncer que los que lo hacen de manera lenta (metabolizadores lentos).

Si quieres saber si eres un metabolizador lento o rápido de las HA, toma esto en cuenta. Si al tomar una bebida que contenga cafeína a las 8:30 pm y aún así puedes dormir, eres un metabolizador rápido; por lo tanto, debes controlar el consumo de HA en tu cena.

Recomendaciones al realizar parrilladas.

Aunque soy vegetariana, se que muchos de mis lectores no lo son y las parrilladas con familiares y amigos es uno de sus mejores momentos.  La mejor opción es no consumir carnes, la segunda mejor opción no cocerlas a la parrilla; pero para no ser aguafiestas, estas son algunas de las recomendaciones que ofrece la Dra. Magee como medidas preventivas para que su parrillada sea menos dañina.

  1. Opta por marinadas con poco aceite para evitar en lo posible que la grasa pase al carbón y se produzcan llamas.
  2. Antes de marinar la carne y de asarla, retira la grasa visible.
  3. Acompaña la carne con frutas y vegetales ricas en vitamina C y betacarotenos.
  4. Precocina la carne unos minutos en el microondas antes de colocarla en la parrilla.  Así no sólo se reduce el tiempo que la carne está en la parrilla sino que también se eliminan los jugos, lo que reduce la cantidad de HA que pueden producirse.
  5. No optes por usar cada día la parrilla, sólo empléala los días especiales.
  6. No cuezas demasiado la carne; por lo general, cuanto más hecha está más HA contiene.
Si una persona está padeciendo cáncer, está en proceso de recuperación de un cáncer o tiene un alto riesgo de los señalados en párrafos anteriores, lo ideal es que adopte una alimentación vegetariana.  En entregas previas, he escrito sobre lo beneficiosa que es para mantener la buena salud, y en lo particular, podría decir que es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

En una próxima entrega seguiré con este tema el cual me resulta importante e interesante por la gran cantidad de mujeres que padecen esta enfermedad, la cual se puede curar, sobretodo, si la misma está iniciando.  Sólo es quitar y agregar hábitos en la alimentación.


Hasta la próxima!




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