sábado, 9 de septiembre de 2017

Hablemos de jabones

Existe un dicho en la cosmiatría naturista, que dice, "Si no te lo puedes comer, no te lo debes poner".  Y es que a través de nuestra piel el cuerpo absorbe los ingredientes de las cremas, jabones, etc. que usamos.

La mayoría de las lociones, cremas o jabones contienen ingredientes que son nocivos a nuestra salud.  Otros, en cambio, pueden causar, resequedad, irritación, alergias, etc.; como es el caso de los jabones. 

Y del uso del jabón, precisamente, trata esta entrega. A los egipcios se le atañe el mérito de fabricar los primeros jabones de la historia a base de saponaria, una planta también llamada jabonera debido a que sus hojas y raíces son ricas en saponinas con propiedades espumantes naturales que convierten el agua en jabonosa, ideal para limpiar la piel.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, pero que tanto la cuidamos?

Muchas veces no le damos importancia al tipo de jabón que usamos, hay quienes lo eligen por el precio, otros por la fragancia, otros que sea sin olor por ser alérgicos, en fín, que cada quien tiene su preferencia a la hora de elegir su jabón.

Particularmente yo los prefiero naturales, de fabricación artesanal con ingredientes naturales y aceites esenciales.  Para mí, no hay nada más placentero que disfrutar de un buen baño con un jabón que reúna las características que les he comentado, que además de limpiar mi piel, la deje suave y humectada.

Por que usar un jabón natural?

Porque muchos de los jabones industriales que se comercializan tienen el inconveniente de estar elaborados con componentes derivados de síntesis química tales como: tensoactivos, colorantes, perfumes artificiales, desengrasantes, sulfatos, etc., que pueden resecar o eliminar la grasa natural de nuestra piel.

Además los jabones industriales resultan muy agresivos e irritantes para las pieles sensibles y delicadas con tendencias alérgicas.

La ventaja de los jabones naturales es que además de limpiar tu piel sin agredirla, pueden contener ingredientes que tratan diferentes afecciones de la piel.

Algunos de los jabones naturales más comunes son los siguientes:

De arcilla:  depura, desintoxica y descongestiona la piel, además, de normalizar diversos trastornos epiteliales como pequeñas inflamaciones y cicatrices.  Es ideal para pieles con tendencia acneica o pieles grasas.

De azufre:  se indica también para las pieles grasas y con acné, pero también para la mayoría de afecciones cutáneas como dermatitis, caspa o pie de atleta, y para el lavado de las zonas psoriásicas y con eccema.

De avena:  es hidratante, suavizante, nutritivo y ligeramente antiinflamatorio. Con glicerina forma una buena combinación emoliente, ideal para las pieles sensibles.

De germen de trigo:  es uno de los mejores hidratantes naturales que se conocen y un eficaz antioxidante debido a su riqueza en vitamina E.

De coco:  suele ser muy cremoso e hidratante.  Ayuda a cuidar las pieles secas y mixtas.  Se puede emplear como base para fabricar jabones caseros.

De glicerina:  es un eficaz hidratante que además tiene propiedades humectantes, es decir, que ayuda a retener agua y humedad en la piel. Se adapta bien a las pieles más sensibles.

Cómo hacer tu propio jabón.

Si te animas puedes hacer tu jabón de una manera fácil.   Para ello necesitarás usar como base otro jabón neutro que puede ser de coco, glicerina o de castilla.

El procedimiento es muy sencillo.  Ralla y funde el jabón a fuego fuerte en una olla que usarás sólo para estos fines y añades los ingredientes de tu preferencia.

Debes cocer durante unos quince minutos para que los ingredientes queden bien mezclados y adquieran una consistencia homogénea.

Retira del fuego y añade los aceites esenciales cuando la mezcla haya enfriado un poco para que el calor no reduzca sus cualidades.

Vierte el líquido en un molde untado con un poco de aceite de almendras y deja endurecer durante 24 horas o preferiblemente una semana.

Transcurrido el tiempo, desmolda el jabón y lo cortas en pastillas.

Estos son algunos de los que puedes preparar:

Emoliente básico de miel:  150 gramos de jabón + 2 cucharadas de miel + 1 cucharadita de aceite de oliva.

Exfoliante de avena y naranja:  275 gramos de jabón + 50 gramos de harina de avena molida + 6 cucharaditas de aceite de almendras dulces + 1 cucharadita de piel de naranja rallada (se añade al retirar la mezcla del fuego) + 12 gotas de aceite esencial de limón.

Para cutis graso o con acné:  150 gramos de jabón + infusión de salvia (se añade una vez haya reposado, al jabón ya fundido) + 10 gotas de aceite esencial de própolis + 10 gotas de aceite esencial de lavanda.

Hidratante para pieles delicadas y niños:  150 gramos de jabón + infusión de manzanilla (se añade una vez haya reposado, al jabón ya fundido) + 1 cucharada de aceite de coco + 2 cucharaditas de aceite de almendras dulces + 1 cucharadita de miel + 5 gotas de aceite esencial de geranio.

La Echinacea

Es frecuente que las personas curen los procesos gripales tomando los fármacos que comúnmente se encuentran en las farmacias para estos fines, pero muy pocos conocen del valor que tiene la Echinacea para ayudarnos a fortalecer nuestro sistema inmunológico.

La echinacea fue usada antiguamente por los indios americanos para curar las mordeduras de serpiente, esta planta de flores de color púrpura es hoy uno de los remedios preventivos más utilizados en Europa para evitar infecciones y aumentar nuestras defensas. Debe su acción inmunoestimulante a las alquilaminas, al ácido chicórico y a los polisacáridos.  

En los últimos años se han realizado varios estudios clínicos en infecciones respiratorias y gripales con productos elaborados a base de jugo fresco de Echinacea purpurea, cuyos resultados demuestran el efecto preventivo de esta planta sobre las infecciones y la mejoría de los síntomas clásicos de estas afecciones respiratorias.

La Echinacea se puede tomar en comprimidos, si se está en el proceso gripal 3 al día durante 10 días.  Cuando deseo reforzar o mantener mis defensas protegidas, tomo 1 capsula al día durante 10 días, descanso una semana y repito durante 10 días más.

Las capsulas de Echinacea la pueden conseguir en las tiendas naturistas.

Espero que la entrega de hoy sea de su interés.  Gracias por sus comentarios a mi correo electrónico y por mostrar interés en los diferentes temas.

Hasta la próxima!


Fuente: Revista Dietética y Salud.




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